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ELOGIO DE LAS HORMIGAS (¡Sienta muy bien aceptar que no sabemos!)

  • markthemysticactiv
  • Jun 29
  • 2 min read

Updated: Jul 4


I


Juan y María se despertaron un día como seres humanos.

Antes habían sido hormigas.


Les parecía normal -

natural, incluso.

Sabían cómo funcionaban las piernas,

y no comer ni metal ni madera.

Sabían no defecar en espacios comunes.

Sabían contar, y sonreír, y practicar sexo,

y utilizar el internet.

¡Era asombroso!

Confuso -

pero también maravilloso.



II


Sí, Juan y María pronto tuvieron problemas de identidad.

¿Pero quién no los tiene?

No, no sabían cómo habían llegado allí.

¿Pero quién lo sabe?


¿Conocían el significado de la vida humana?

¿Sabían lo que se suponía que debían hacer en la Tierra?

¡Por supuesto que no!

Pero intentaron encajar -

para no ser expuestas

como ex-hormigas.


Cuando la gente decía “yo creo esto” o “yo creo eso”

decían “sí, nosotras también”.

Pero no desaparecía -

el no saber:

el no saber cómo o por qué (o si había un por qué)

habían entrado en el mundo humano.

Y el no saber si los demás eran también ex-hormigas -

pero con demasiado miedo como para admitirlo.


Observaban a ciertas personas con concentración, sospecha y esperanza -

gente que chocaba con cada persona que encontraba,

levantadores de pesas premiados,

personas sin sentido de individualidad,

o personas que inexplicablemente se frotaban contra las vacas -

como antes ellas se habían frotado contra los pulgones.


¡Pero todo fue en vano!

Los años pasaron

y Juan y María sufrieron

la necesidad oh-tan-humana de estar entre l@s suy@s -

el anhelo de pertenecer.


Y comprendieron

la desesperación de su búsqueda -

porque (si eran honestas) sabían

que si alguien les preguntaba si eran ex-hormigas -

ellas también lo negarían.



III


Hasta que, un día, Juan y María dijeron “¡a la mierda!”

"¡A la mierda la sombra de no-saber que se cierne sobre nosotras!

¡A la mierda esta pesadez!

¡A la mierda la necesidad de sentido!

¡A la mierda la necesidad de pertenecer!"


“¡Quizás jamás volvamos a beber melaza de pulgón!”, gritaron con audaz resignación -

"¡pero tenemos hamburguesas, y patatas fritas, y curry, y fideos!

¡Quizás jamás volvamos a crear ciudades subterráneas sólo con nuestras mandíbulas -

pero tenemos excavadoras y cemento, y rascacielos y autovías!”


“¡Quizás todo el mundo es una ex-hormiga,

y todo el mundo tiene miedo de decirlo!”, rieron fuertemente,

“¡Quizá algunas personas son ex-arañas, y otras ex-moscas!”, rieron aún más fuerte.


Y mientras reían

se sintieron cada vez más ligeras -

y cada vez más pequeñas -

hasta que despertaron

de nuevo

en el hormiguero

al que llamaban casa.


“No es posible que las dos hayamos tenido exactamente el mismo sueño, ¿verdad?”,

preguntó Juan a María, nerviosamente.

“¡Claro que no!” respondió María con la certeza pura

que sólo se obtiene cuando no se sabe absolutamente nada.


Y las dos hormiguitas

rieron y rieron y rieron.



*



Mark Josephs,

"Mark el Activista Místico",

Aragón, España,

Verano 2025


Mark inició y ahora ayuda guiar el Proyecto Tribus Conscientes.

Sus artículos, relatos y poemas intentan transmitir

no sólo el concepto de Las Tribus Conscientes,

sino el sentimiento que hay detrás.


EL PROYECTO TRIBUS CONSCIENTES

 Reinventando La Familia Extendida


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